A lo largo de este periodo de dos años, hemos convivido en una nueva "normalidad". El COVID-19 nos puso a prueba a todos, en todos lugares. Nuestra comunidad educativa fue siguiendo con rigor todo lo que fue obligatorio cumplir.
No fue fácil. Pasamos frío, mucho frío. Nos dividimos sin poder establecer contacto con otros, algo raro. Nuestro alumnos dejaron de jugar a los juegos que venían siendo "normales" para pasar a un sistema nuevo en el que sólo podías verte con tus compañeros de clase. Nos colocamos las mascarillas. Aprendimos a trabajar online y vimos que, en esta nueva forma de aprender, necesitábamos mucha paciencia... echando de menos, siempre, el contacto de los compañeros.
Pero, a la vuelta de Semana Santa, fue cuando nos quitamos la mascarilla y dejamos de tomar, por fin, la temperatura.
No sabemos si será definitivo, esperemos que así sea, pero estamos felices. Hemos recobrado nuestra sonrisa, respiramos mejor, entendemos mejor... y queremos que siga siendo así.
De esta experiencia nos quedamos con lo positivo. Hemos iniciado un plan digital para que las tecnologías se incorporen a nuestro aprendizaje y sean amigables, menos frías por es una competencia esencial del siglo XXI.
Hemos celebrado el Día del Libro ya juntos, sin restricciones.... ¡Lo conseguimos!